Mi Autobiografía
Hoy ya son veintiún años de vida llenos
de experiencias tanto negativas como positivas que con el tiempo he ido
olvidando y con ayuda de mi padre puedo recordar. Estaría diciendo mentiras si
no aceptara que todos aquellos acontecimientos ya sean buenos o malos me han
servido para fortalecer tanto mi formación intelectual como personal. Así pues
iniciaré con mi historia de vida.
En la clínica Comuneros de Bucaramanga Santander, el día 23 de mayo de
1991 nace una hermosa niña a la que bautizan con el nombre de Karla Ximena. Mi
papá cuenta que yo llegué en un momento inesperado; pues mi mamá era muy joven
y dentro de sus planes lo último que estaba era tener un hijo, pero bueno como
dicen por ahí “ las cosas pasan por algo”. Mi mamá al recibir la noticia de que
estaba embarazada sufrió mucho, pues mi abuela era una señora enchapada a la
antigua que amenazó con echarla de la casa por no haberse esperado a formar un
hogar de la manera más organizada
posible.
Mi papá dice que yo era una niña bastante graciosa y bastante cariñosa con mi abuela, hecho que logró cambiar el pensamiento de mi abuela de que los niños son un estorbo cuando llegan en un momento inesperado. De este modo mi abuela se fue encariñando conmigo; me hacia coladas de maizena, juguito de guayaba , papillas de manzana y pera, en fin todo lo que estuviera a su alcance para darme una buena alimentación porque como mi mamá trabajaba ella en ese momento tenía la obligación de cuidarme bien.
En estos momentos puedo recordar que cuando
cumplí mis cuatro años, me hicieron la primera piñata; mis papás estaban que no
cabían de la felicidad. Yo de igual manera me sentía el centro de atención de
la familia, disfrutaba de los juegos que ponía el payaso, el ponqué , los dulces
y lo más divertido era estar pendiente del momento en el que rompieran la
piñata. Bueno eso en cuanto a las celebraciones porque lo que fue mi etapa
inicial de estudio para mí fue bastante desagradable.
Cumplidos los cinco años mis padres decidieron llevarme por primera vez a un jardín infantil; esta no fue la mejor idea, pues yo reconozco que en esos momentos yo era una niña bastante mimada y consentida, que sentía cierto temor de quedarse en otro lugar que no fuera la casa y muchos menos con personas deconocidas. Ante dicha situación, mi padre pensó en tomar medidas drásticas pues cómo iba a ser posible que una niña a esa edad no se adaptara ni a sus compañeros ni a sus profesores del colegio.
Tuvo que pasar un año para que alfin yo
después de tantas luchas con mis padres aceptara vivir en un ambiente colegial.
De tal manera, puedo hablar del inicio de mi proceso de aprendizaje. Recuerdo
con gran nostalgia a mi primera profesora del colegio; se llamaba Sonia, digo se llamaba porque falleció el año
pasado. Ella fue la encargada de enseñarme a leer, escribir y de ayudarme junto
a mis padres en mi formación integra e intelectual.El resto de mi primaria fue orientado
por una profesora llama Martha a quién le contaba las cosas por las que estaba
atravesando y ella muy buena gente siempre me escuchaba y daba consejos; pero
cuando se ponía brava de verdad no había poder humano que la convenciera de cambiar
su comportamiento frío y distante con todos sus estudiantes. Hoy en día puedo
decir que la primaria fue una de las etapas más agradables de mi vida, aunque
al principio se me hizo difícil.
Luego, en el año 2002 inicié mi
bachillerato en la Escuela Normal Superior de Bucaramanga, fueron seis años en
los que conocí personas muy agradables con las que compartí momentos
inolvidables. Por consiguiente en el año 2008 ingresé a la Universidad
Industrial de Santander a estudiar Licenciatura en español y literatura ; es
una carrera maravillosa que dia a dia me llena de alegría, deseo llegar a ser
una muy buena licenciada.
































